Resumen
El Derecho penal es un sistema de control social formalizado que, a lo sumo, puede ser calificado como internacional, pues aun no es un sistema jurídico globalizado o mundializado, a pesar de las etiquetas o nombres de las corporaciones que representan este supuesto orden sancionador. En el ámbito del Derecho penal todavía son y serán los Estados nacionales quienes ejercerán el control sobre la criminalidad, incluso internacional o transnacional. El debate del Derecho penal en la era de la globalización, no se puede estancar en la discusión –no tan nueva– del Derecho penal del enemigo, la corrupción o neo-corrupción y el crimen organizado. Esta reducción del fenómeno es muy peligrosa para las sociedades latinoamericanas, pues esconde el verdadero trasfondo del asunto y le impide a los actores ser proactivos, propiciar la discusión y producir una verdadera transformación del Derecho penal regional. Las instancias políticas no pueden evitar la responsabilidad social de la criminalidad, y atribuir toda la culpa de ésta a los distintos procesos de globalización. El gran desafío del Derecho penal en los próximos años consiste en lograr armonizar la globalización de la sanción con la democracia representativa y los derechos humanos. Es mejor reclamar más globalización en materia de derechos y libertades, justicia y seguridad.