Resumen
Dentro de la disciplina del Derecho Penal el estudio constante de la legislación es de capital importancia para lograr la consecución de su finalidad. Esto es, si quiere alcanzar la efectiva protección de los bienes jurídicos a través de la sanción de las acciones humanas consideradas por el legislador como delitos y, de esa manera, procurar una ordenada convivencia social1, es indispensable que un considerable sector de las personas sometidas a la ley penal –y que además la ejercen– dediquen sus esfuerzos a analizarla por medio del ejercicio dogmático que se desarrolla en tres momentos íntimamente conectados: interpretación, sistematización, y crítica.