Abstract
En materia pensional las buenas noticias pueden ser la causa de problemas. Es evidente que la gente en Colombia vive cada vez más, o se muere menos pronto, al punto de que hoy llegar a ser viejo no es un acto de optimismo sino de realismo, dadas las altas probabilidades de lograrlo. El crecimiento demográfico, unido a mayores expectativas de vida, convierte a las pensiones en uno de los asuntos más importantes para los individuos y las sociedades. En un contexto social en el cual la familia ya no es capaz de brindar, por falta de recursos o de generosidad, el apoyo necesario a sus miembros mayores, que se ven abandonados a su suerte, el pensar en cómo sustentar la vejez debe ser una prioridad.