Resumen
En este momento la palabra más consultada ha sido posverdad, denotación nueva para algo muy antiguo: adaptar las configuraciones de la realidad a las configuraciones subjetivas. Es decir, la realidad termina siendo lo que mis emociones del momento determinan como real. Nada más cercano a los problemas de grandes catástrofes como el Challenger, el Titanic o los peligros para la libertad de gobiernos autoritarios y tiranos que se enquistan en el poder: sencillamente la realidad puede ser deformada por las convicciones personales, y lo triste de ello es que el poder que se detente legitima este accionar.