Abstract
Partamos de que este tema de la rigidez constitucional debe verse desde la antigua discusión del Poder constituyente y de los Poderes constituidos, o del Poder originario y los Poderes derivados, o del Poder del pueblo que funda la organización de la sociedad y establece o expide una Constitución y el Poder de los presentantes de ese pueblo que pueden modificar esa Constitución en algunos casos totalmente y en otros casos de manera parcial. No puede ser lo mismo, y no ha sido lo mismo, el Poder constituyente y los Poderes constituidos. Y ahí aparece un segundo tema que es el conflicto entre autoritarismo y democracia. La noción del Poder constituyente, del Poder originario, del Poder del pueblo, de un poder ilimitado, de un Poder no sujeto a controles derivados, tiene que ver con la idea de la soberanía del pueblo y con la idea de que el pueblo lo puede todo. Esta idea que, desde luego, arranca de la lucha de las democracias occidentales frente al absolutismo monárquico, va a tener dos estadios en los que comienza a debatirse el tema de la democracia y del autoritarismo, y el de la Constitución y de la reforma de la Constitución.