Biopolíticas sacrificiales en Cuba y Venezuela
Resumen
Con el término carnofalogocentrismo, Jacques Derrida se refirió a la lógica sacrificial que subyace en nuestra modernidad caracterizada por la supremacía de los humanos sobre el resto de los seres vivos. De esta manera, Derrida dejaba abierta la puerta para cuestionar no sólo la naturalidad con que aceptamos la violencia detrás de todo tipo de consumo animal en nuestra cotidianidad, sino también la forma en que deshumanizamos o animalizamos a los otros para justificar esa violencia. Como experiencias históricas modernas, los socialismos reales no escaparon de la violencia sacrificial. En nombre de la utopía social a menudo se han normalizado prácticas de represión y exterminio contra aquellos sujetos desobedientes de las normas revolucionarias, quienes son reducidos a mera carne sin atributos de ciudadanía. Tales han sido los casos contra los llamados “gusanos” y “escuálidos” en la Cuba y Venezuela de las últimas décadas. Las experiencias de ambos regímenes políticos resultan particularmente iluminadoras para reflexionar sobre los usos de la carne como dispositivo biopolítico del poder estatal pero también, como un tópico reapropiado creativamente por escritores y artistas.