Castrism at the Crossroads
Abstract
Un año después, la brutal represión desatada por el régimen cubano tras las protestas populares del 11 y 12 de julio de 2021 parece haber estabilizado la situación política en la isla. Miles de arrestos y centenares de condenas a prisión, muchas de ellas a penas de más de veinte años, han evitado otra explosión masiva de descontento popular como la del 11J. Sin embargo, el régimen debe entender que la calma es precaria por varias razones. La primera y más importante es que el 11J se rompió una importantísima barrera psicológica, la convicción —meticulosamente cultivada por Fidel Castro durante décadas—de que manifestarse públicamente contra el régimen era imposible e inútil. La historia demuestra que la ruptura de ese dique fue el principio del fin del totalitarismo marxista en Europa.