State autonomophobia and civic socialization in Cuba
Abstract
La reticencia deliberada del Estado cubano ante grupos identitarios de mayor visibilidad podría encontrar justificación por el reclamo histórico de una voluntad delineada desde 1959 como colectiva y unanimista, corporeizada en los entes políticos oficiales: partido único, organizaciones de masa, etc. Las representaciones de las minorías tradicionales han sido absorbidas y ejecutadas desde arriba como parte del ideal de emancipación y redistribución que conjugó el cambio revolucionario. De tal modo no debe haber un feminismo allende la oficialista Federación de Mujeres Cubanas ni un activismo LGBTI+ fuera de los predios del Centro Nacional de Educación Sexual dirigido por Mariela Castro; quien ha aclarado que los debates que cohabitan en la esfera pública forman “parte de los proyectos de justicia social que propone la Revolución cubana”.