Resumen
El cuatro de mayo de 2020, después de una larga vida dedicada a la investigación y a la reflexión, dejó su existencia terrena una de los estudiosos más preclaros que haya visto la criminología –sobre todo la de orientación crítica– a lo largo de los últimos cincuenta años; hacemos referencia al inolvidable Roberto Bergalli quien, tras escapar de la dictadura en su país Argentina, se radicó en España donde –al decir de sus discípulos más cercanos– creó la Escuela de Criminología Crítica de Barcelona, que lideró por un espacio de cuatro décadas. Bergalli se nutrió de las academias inglesa, alemana, italiana, española y latinoamericana y sus ideas, sumadas al movimiento de la criminología crítica cuyas bases echaron Walton, Taylor y Young en los años sesenta del siglo pasado en Inglaterra, han dominado el espectro de las corrientes que claman por una manera distinta de entender el derecho penal, la criminología, la política criminal y, en general, la cuestión criminal.